Estoy leyendo algo que me ha recordado a ese hilo, así que pego un fragmento, y obvio autor y obra, que de hecho no es algo fácil de encontrar en tiendas ni falta que hace, y quien lo conozca a la segunda línea ya sabrá de quién se trata...
Ya sé que es largo, pero en la inconsistencia de un domingo por la tarde no hay otra cosa mejor que hacer... Por cierto, la referencia a "hombre espiritual" del fragmento nada tiene que ver con la religión, más bien lo contrario...
"Desde el principio nunca se había puesto las cosas demasiado fáciles, o por lo menos siempre había hecho el intento de no ponerse las cosas demasiado fáciles, allá donde todo individuo se ve seducido natural y continuamente por la posibilidad de ponerse las cosas demasiado fáciles, y donde todos intentan siempre una y otra vez ponerse las cosas fáciles, ya desde niño, posiblemente al principio de forma por completo inconsciente, se había propuesto vivir con el mayor grado de dificultad que le fuera posible, lo que hasta hoy nunca había dejado de hacer. Ya ese niño habría sido forzado, primero por sus padres, después por sus maestros, a tomar desvíos e incluso extravíos, había sido constante e ininterrumpidamente apartado de su meta, inducido a renunciar, pero desde el principio había podido afirmarse y en última instancia defenderse de esta tendencia, al final no había sido él quien había tenido que ceder, sino sus padres y sus maestros, que se habían alejado de él muy pronto, y probablemente, decía él, heridos de muerte. Al principio hay que llevar y ganar una lucha contra los padres y después una lucha contra los maestros, y una lucha que hay que llevar y ganar con la mayor falta de escrúpulos, si el joven no quiere verse obligado a rendirse por los padres y los maestros, y con ello ser destruido y aniquilado. La sociedad, él se refería a la sociedad humana, está construida de tal manera que empuja a los jóvenes a los desvíos y los destruye y aniquila, y si miramos a nuestro alrededor, vemos de hecho casi solamente tales jóvenes desviados y destruidos y aniquilados, los menos han emprendido de hecho la lucha contra los padres y la han sostenido hasta el extremo y ganado, y han luchado y ganado contra sus maestros y por tanto luchado y ganado contra la sociedad y con ello, como hombres espirituales, lo han ganado todo. El hombre espiritual hará bien en estar desde el principio contra los padres y contra los maestros y contra la sociedad y en resumidas cuentas contra todo, para llegar a liberarse completamente de estos padres y maestros y de esta sociedad, para después, con el tiempo, poder observar y juzgar de hecho y agudamente y sin compasión, lo que en última instancia es su tarea, no tiene otra, está ahí para eso, aunque sea sin su consentimiento y de hecho contra su voluntad. El hombre espiritual no tiene otra justificación."