¿Por qué celebramos la Navidad el 25 de Diciembre?
Moneda que conmemora la victoria de Aureliano sobre Zenobia.
Zenobia fue reina de Palmira entre los años 267 d.C. y 272 d.C. De esta reina guerrera si dijo que era más inteligente que Cleopatra y de igual belleza. Un poeta del siglo XIX la describió como: “Mujer de cabellos oscuros, señora del desierto sirio”.
Aunque en materia religiosa fue bastante tolerante, era adoradora del dios solar. Parece ser que era una reina culta que dominaba a la perfección el árabe, el arameo, el griego y el copto. Fomentó las artes, y fue una gran administradora y política. Manejaba el arco con tanta destreza como los famosos soldados de su ciudad.
Zenobia desafió al poder imperial de Roma. Gracias a sus campañas militares, Zenobia creó un imperio que abarcaba todo Asia Menor. En el 269 d.C. llegó incluso a dominar Egipto.
El emperador Aureliano, subido al trono en el año 270 d.C., tras estabilizar la frontera del Danubio, decidió finalmente emprender una campaña militar contra Zenobia, derrotándola y exhibiéndola en su desfile triunfal de vuelta a Roma.
Pero Aureliano sucumbió a los encantos de Zenobia. Le perdonó la vida y le proporcionó una villa campestre donde vivir. Además, mandó traer las estatuas del templo de Palmira para construir en Roma un templo dedicado al dios Sol. La revista History Today comenta lo siguiente sobre este tema: “La acción de Aureliano que mayor repercusión tuvo tal vez fue la instauración, en el año 274 d. de C., de la fiesta anual del sol, que caía en el solsticio de invierno, el 25 de diciembre. Cuando el imperio se hizo cristiano, el nacimiento de Cristo se transfirió a esa fecha para que las personas a las que les gustaban las fiestas antiguas encontraran más aceptable la nueva religión.
Es curioso pensar que en última instancia es a la emperatriz Zenobia a quien se debe el que la gente celebre la Navidad”.
El solista desolado
Sol mayor, sol menor,
pero siempre, sol sostenido.
El músico que compone
con una sola nota,
no es músico sino poeta,
y su fiel guitarra
una pluma tan pesada,
que jamás podrá volar.