Más romántico que desintegrarse en millones de partículas para fundirse en el espacio/tiempo y volverse a reconstruir en un universo paralelo? Bah... no creo.
Para rojo, el color de la txapela que me he comprado para la ocasión homenaje a Luis Mariano. Nos vemos en la esquinita de la plaza, donde no alumbran las farolas: fusil en mano fuego a discreción! (Las últimas directrices indican que no vale apuntar al tronco, sólo a las flores).
Salud.
PD. celebraremos la derrota de vuelta en el Transiberiano.