Hace un año, a las ocho había cita en un bar.
Antes, un bus. Antes un dilema. Mirándome al espejo enfundada en el vestido para la ocasión, no me veía, era vestido de pibón, y yo no era pibón. Un amigo pasa por casa, le enseño el vestido, y dice...JODER...sonríe, y me dice pillarás. Y yo digo No, no quiero. Y me latigo. ¿ Qué voy a pillar yo?. Y me dice que estoy espectacular. Y me echo a llorar. Y guardo el vestido que aún no puse un año después. Paso por el mercadillo, veo una minifalda, peca de corta, allá voy. Cojo el bus. Y Bilbo, como me gusta.
Pienso en mi TERAPUTA, en sus prescripiciones terapéuticas, en reglas y en consecuencias. En su NO vas a ese concierto, y si vas, vas con estas condiciones, y sino, asume las consecuencias. Y yo pienso ¿ Para que pago a esta tipa 80 euros por una hora?. Me salto su regla. No tomo la pastilla, bebo alcohol aunque no pueda. Vaya, he dejado los porros en casa, pero mejor, tengo miedo a la secreta. Me llama mi amigo, si va todo bien, el también piensa en mi Teraputa. Antes, una pensión. Un encuentro en unas escaleras. Un abrazo, una sorpresa. Ganas. Y caña, pintxo, caña, pintxo. Y más gente, y más besos, y de repente caras a niks de un foro. Y una conversación con Nuka que aún no recordamos. Y fotos, y metro, y concierto.
Y todo pasa muy rápido, y según mi TERAPUTA, cuando le cuento que fui al concierto, dice que conseguí DISOCIARME. No lo sé, apenas habia conversaciones, consegui no pensar, sentir, y bailar, y bailar...y no pare de bailar. Y recuerdo a unos chicos de primera fila, la bailada que nos pegamos
Y caricias por detrás, un beso que se resiste, y miro al móvil, y llega un sms, y apago el móvil. Y el beso sucede, y la charla. Y la magia. Y voy al baño, porque es un boom todo. y el chico de la bailada me sonríe,me dice que bien bailo, que nos vayamos,que paseemos, me río. Pienso en que no se ligar, que lo tenia olvidado, que siete años con pareja y de repente beso mágico con un chico especial, y otra propuesta más. Le cuento, me despido, le digo que es muy guapo, sonrío y le digo me voy. Y me voy de la mano con otro. Y me queda grande todo. Salgo Salgo de la discoteca de la mano, enciendo el móvil, suena, increible, pero otra propuesta, habría que dar uso al condón en una pensión, y rechazo. Y paseo por Bilbao, viendo el amanecer, sintiendo como una quinceañera, sintiéndome muy bien.
Y quiero detener el tiempo, no subir al bus, pero llega el bus….y pienso en la frikipanda, en que apenas hablé con ella, solo sentí y me dejé llevar. Y ahora llegan las consecuencias. Ser responsable con ellas.
Y alguien espera en la parada de bus, porque es Reyes, y hay intercambio de regalos, pero ya no puede ser. Anulo quedada, anulo visita al hospital porque huelo a noche con maquillaje corrido, y me meto en la cama. Y un boom.
Y hay una cita que no se puede retrasar, y hay una ruptura sin palabras, solo lágrimas, y un abrazo que aun me respigo. Y no hace falta explicaciones, hay quien sabe leerte la mirada, y saber lo que has hecho. “ No me importa lo que hayas echo, solo lo que hayas sentido”. Y ese beso, y ese paseo….y siete años que se van. Y a partir de ahí este año, dando tumbos, sintiendo, llorando, dejándome llevar, enfadándome, y yo que sé.
Y hace dos días he tirado ese condón porque debía de estar caducado.