Tanto tiempo en el alambre con mi atrevido corazón tan lleno de hambre atrasada. Moratones e ilusión. Ahora me dices “te quiero, no lo volveré a hacer más”. Yo también te quiero, amor, lo más cerca, en el infierno. Hemorragias amorosas, huracanes de pasión, caminitos hacia el cielo, autopistas de dolor. En este mapa gastado no hay quien encuentre un lugar donde haya un poco de calma y buena gente. Entre mi falta de tino y las pocas ganas de atinar, y Cupido tan borracho en aquellas noches de amor. Lo he mandado par el destierro por cegato y cabezón, que sólo me trae problemas y malos hombres.